sábado, 2 de octubre de 2010

Santiago Tejedor: “El Che fue coherente hasta el dolor”

Por Luis Martin Gómez

Doctor en periodismo y ciencias de la comunicación, especialista en ciberperiodismo, autor del libro de viaje ¿Dónde estás, Guevara?

Al periodista español Santiago Tejedor le atraen los temas revolucionarios. Es especialista en ciberperiodismo, una revolución de la comunicación periodística, y ha escrito un libro sobre Ernesto Che Guevara, el revolucionario por excelencia.
Como la web, Santiago pretende la ubicuidad y un día lo encontramos en España, otro en República Dominicana y después en Cuba, isla que lo ha impactado con su belleza, la nostalgia de una revolución socialista que parece andar en círculos y el recuerdo del guerrillero heroico, fermentado por el mito.
Y un poco como el Che, a Tejedor le gusta la aventura y tiene la saludable manía de ir tomando notas de lo que ese espejo móvil que es un viaje le va mostrando (y a veces, empañado, sugiriendo).
De sus andanzas por la Cuba del Che nació ¿Dónde estás, Guevara?, mezcla ingeniosa de libro de viaje y de testimonio sobre el icono rebelde del siglo XX, considerado por Jean-Paul Sartre “el hombre más completo de su tiempo”.
LMG ¿Pero otro libro sobre el Che, Tejedor?; yo pensé que todo estaba dicho
ST Eso creía yo, que se había publicado una cantidad si se quiere excesiva de libros sobre el Che, y llegué a plantear a un conocedor del tema si era prudente emprender un proyecto editorial sobre esta figura histórica; me dijo que sí, siempre que se hiciera distinto, con otro enfoque; por eso ¿Dónde estás, Guevara? es un libro que intenta acercarse a la figura del Che desde el punto de vista del hombre, del ser humano, huyendo un poco del político, del estadista, del guerrillero que fue.

El libro de Santiago Tejedor, con 157 páginas y tamaño apropiado para llevar en el bolsillo mientras se camina por Calle del Obispo, una de las más populares de La Habana, o para guardarlo en la mochila cuando se viaja a Santa Clara, donde el Che comandó la batalla que decidió el triunfo de la revolución cubana, propone un turismo cultural alejado de la experiencia anodina del ‘todo incluido’ ofertado por los complejos hoteleros de Varadero.
De la mano de Tejedor, o con el vuelo imaginario de su pluma, el lector visita, por ejemplo, la Fortaleza de La Cabaña, donde el Che montó su cuartel general tras su entrada en La Habana; las Cuevas de Portales, en Pinar del Río, en las que el Che instaló su Estado Mayor durante la invasión norteamericana por Bahía de Cochinos; o la misma Santa Clara, donde está el mausoleo con los restos del Che repatriados desde Bolivia treinta años después de su muerte en La Higuera.
LMG ¿Cuál novedad ofrece tu libro respecto a las obras sobre el Che escritas por Jon Lee Anderson, Pierre Kalfon o Jorge Castañeda?
ST ¿Dónde estás, Guevara? tiene una enfoque más anecdótico, más cotidiano, y por tanto, el lector podrá encontrar un retrato más cercano a través de cartas, poemas, escritos, entrevistas, testimonios de personas que conocieron al Che y nos cuentan cómo era este hombre cuando no estaba en combate o trabajando.

LMG ¿Y cómo era ese Che cotidiano que encontraste?
ST Encontré a una persona apasionada con todo lo que hacía, obsesionado por el trabajo bien hecho, que no marcaba límites en su dedicación, lo cual, creo, afectó su vida familiar, pues nos topamos con un padre y un esposo que apenas tenía tiempo para compartir con los suyos, una carencia que lo afectó, como se puede ver en las reflexiones que hizo al respecto en cartas y poemas. Igualmente, encontré a una persona que pensaba, hablaba y actuaba de la misma manera, que no predicaba con el ejemplo sino que él mismo era el ejemplo, a un hombre que era coherente hasta el dolor.

Mojito y daiquirí

Aunque el Che Guevara sirve de hilo conductor del viaje de Santiago Tejedor por Cuba, el autor olvida de vez en cuando la brújula y se pierde por lugares emblemáticos como la Bodeguita del Medio, casa original del Mojito, bebida que hace mucho tiempo traspasó los linderos insulares y es consumida en todo el mundo; y El Floridita, bar donde se sigue bebiendo a raudales Daiquirí, igual como lo hacía uno de sus más célebres visitantes, el escritor estadounidense Premio Nóbel de Literatura Ernest Hemingway.
Tejedor también se sumerge en los barrios de La Habana para mostrarnos la santería cubana con sus babalaoos y orishas, confesando que encontró un “padrino” de nombre Catá que le dio buenos consejos sobre el amor y la vida.
Como en este ámbito mágico no hubiera encontrado jamás a un ateo confeso como el Che, Santiago se vale de uno de los tantos carteles propagandísticos sembrados en cualquier lugar de la isla para reenganchar con el personaje que protagoniza su viaje, a quien imagina ver en rostros, edificios y campos, pese a que, como afirmara Jon Lee Anderson en su obra Che Guevara: Una vida revolucionaria, el Che era un “bicho raro” cuya austeridad, franqueza y disciplina contrastaba con el carácter bullanguero y disoluto de los cubanos.
De todas maneras, el Che dejó en Cuba “lo más puro de mis esperanzas de constructor y lo más querido entre mis seres queridos”, y Tejedor prefiere quedarse con ese Che invicto, anterior a sus polémicas campañas del Congo y Bolivia. Sin embargo, no me puedo resistir y lo provoco.

LMG ¿Crees, como sugieren algunos autores, que el Che habría sido víctima del acuerdo de coexistencia pacífica entre Estados Unidos y la Unión Soviética, suscrito por Cuba, que retiró el respaldo a las guerrillas en América Latina?
ST Creo que el Che sólo fue víctima de sus propios ideales.

El autor es periodista y escritor
Entrevista en video disponible en www.youtube.com/yolayelou

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