sábado, 19 de marzo de 2011

Jeannette Miller: “Mi vida ha sido escribir”

Por Luis Martín Gómez

Poeta, ensayista, novelista, cuentista y crítico de arte. Premio Nacional de Literatura 2011
El Premio Nacional de Literatura 2011 sorprendió a Jeannette Miller escribiendo, como corresponde a toda escritora que se precie de serlo.

Ella prepara una nueva novela y otro poemario, obras que se sumarán a los más de cincuenta títulos de creación y ensayo por los cuales ha obtenido el máximo galardón literario que se otorga a un escritor en República Dominicana.

LMG ¿Y para qué le sirve un premio de esta naturaleza a una escritora consagrada como tú, aparte del millón de pesos de dotación?

JM Pues además del millón de pesos, que ya está debidamente distribuido, creo que el premio me sirve principalmente de estímulo para seguir escribiendo, porque últimamente he trabajado mucho y me sentía un poco cansada.

Miller acaba de salir de una experiencia extenuante: la elaboración de una historia de la fotografía dominicana, que exigió un esfuerzo extraordinario de búsqueda, dadas las carencias en el registro de material gráfico en el país. “Casi no hay antecedentes en esta materia, no existe una ordenación secuenciada, por lo que hubo que reconstruirlo todo, con el auxilio del Archivo General de la Nación y la colaboración de personas solidarias como la periodista María Ugarte (recién fallecida), el historiador José Chez Checo y la poeta Ilonka Nacidit”.

LMG El premio podría revitalizarte o bien provocarte un tranque creativo, como ha sucedido con otros escritores que han obtenido un galardón de esta importancia.

JM No lo creo, porque yo escribo desde chiquita y para mí escribir es una necesidad existencial, es como comer, respirar; de manera que no siento ninguna presión escribiendo, ya lo he dicho en otras ocasiones: “mi vida ha sido escribir”.

Jeannette Miller fue, como la niña gorda de su libro Cuentos de mujeres, la que nunca montó bicicleta ni aprendió a patinar, y en cambio, se pasó la infancia leyendo, escuchando a sus tías declamar poemas de Amado Nervo, y sobre todo, viendo a su padre Freddy Miller tecleando textos en una vieja máquina de escribir Underwood. “La muerte de mi padre, que fue muy dramática y se dio en el marco de una situación contradictoria porque uno de sus hermanos era alto funcionario del gobierno del dictador Trujillo, me llevó a escribir como una necesidad de desahogo, y luego he ido haciendo un registro de lo que fue mi vida y de lo yo considero importante en la vida de los otros, porque el escritor en el fondo es un seleccionador que va escogiendo temas y personajes a partir de un punto de vista condicionado por sus valores, sus vivencias, su ideología”.

Polvo eres

Así se llama el nuevo poemario al que Jeannette Miller le da unos retoques finales antes de enviar a imprenta. Será su cuarto libro de poemas, después de El viaje, Fórmulas para combatir el miedo y Fichas de identidad. Le hace mucha ilusión, confiesa, aunque no tanto como la nueva novela que viene trabajando desde hace un tiempo, Cuestión de piel, ya que siente que la narrativa le da más posibilidades de opinar, criticar y proponer.

JM En verdad, yo lo que quiero es continuar con la narrativa porque creo que esta es una época en la que uno tiene que comunicar algunas cosas, y no hacerlo me haría sentir un poco irresponsable.

Al igual que el periodista y novelista Alessandro Baricco, citado por el también periodista y novelista Francesco Piccolo en su entretenido libro Escribir es un tic, Jeannette Miller busca que la escritura tenga, además de la finalidad estética, una función social. Dice Piccolo que dijo Baricco: “(Escribir)... es una especie de extraño servicio cívico. Noble, porque es arduo, a veces muy arduo, a su manera. Y moral, porque la razón de su necesidad no es evidente, sino subterránea, y sólo visible con una mirada que encuadre el mundo con una obstinada pretensión ética”.

En ese sentido, Miller parece ver la literatura como un arma para enfrentar el mal, e iluminada por una fe que confiesa sin tapujo, pide a Dios que la ayude a utilizarla “como El crea que deba hacerlo por la verdad y la justicia”.

Desbaratar la lengua

Jeannette Miller es muy generosa al opinar sobre la literatura dominicana. En una entrevista anterior, señaló que nuestra cuentística tiene calidad mundial, y en esta, afirma que contamos con excelentes escritores, destacando especialmente las cualidades de los jóvenes y las mujeres.

Sin embargo, cree que el dominio de la lengua sigue siendo entre nosotros una asignatura pendiente.

JM Considero que el escritor dominicano primero debe aprender a manejar lo mejor que pueda su instrumento de trabajo que es la lengua, antes de ponerse a experimentar con ella. Estoy convencida de que sólo después que uno maneja la lengua a conciencia puede desbaratarla, que para poder destruir el lenguaje con fines estéticos, primero hay que saber armarlo.

El autor es periodista y escritor
Entrevista en video disponible en
www.yolayelou.blogspot.com y www.youtube.com/yolayelou

viernes, 4 de marzo de 2011

El Hombre Grama, libro infantil más vendido en 2010

El Hombre Grama y otros cuentos verdes y pintones, de Luis Martín Gómez, fue el libro infantil más vendido en Librería Cuesta durante el año 2010.


Según la lista de los libros infantiles más vendidos publicada por dicha librería, El Hombre Grama quedó en primer lugar en ventas, seguido por Los 7 hábitos de los niños felices, de Sean Covey; El regreso, de Tonya Herley; Juan José y el videojuego, de Geraldine de Santis; y Guinness World Récords 2010 (libro de la década).

Los restantes cinco lugares en ventas lo ocuparon El sapito azul, de César Beras Sánchez; Zapatitos de hada, de Carolina Hernández; Cazadoras de sombras, de Cassandra Clare; Soy campeón, de Dinorah Coronado; y Diario de Greg, de Jeff Kinney.

El Hombre Grama, editado por Mar de tinta, contiene seis cuentos de temas ecológicos, ilustrados por los artistas Tulio Matos y José Antonio Ceballos, y uno sobre el significado de la Navidad, con dibujos del niño Jean Hamlet René Burgos, ganador del concurso Pintemos el cuento, organizado por la revista infantil Tinmarin en base al texto El color de la Navidad, de Luis Martín Gómez. El prólogo del libro fue escrito por la escritora y actriz Aidita Selman.