Por Luis
Martín Gómez
A
diferencia de Yoknapatawpha para Faulkner, Macondo para García Márquez o Santa
María para Onetti; Tlön no es una
invención literaria que a Borges le interesara como universo para sus
historias. El mismo, en su condición de narrador-personaje del ingenioso cuento
Tlön, Uqbar, Orbis Tertius, dejó
claro su indiferencia sobre ese lugar cuando dijo en el último párrafo de ese
texto: “Yo no hago caso, yo sigo revisando en los quietos días del hotel de
Adrogué una indecisa traducción quevediana (que no pienso dar a la imprenta)
del Urn Burial de Browne”. Fue la
expresión altanera, orgullosa, de quien descubrió, con la colaboración de su
inseparable amigo Adolfo Bioy Casares, y la participación de su no menos
estimado Alfonso Reyes, un fraude geográfico perpetrado por una supuesta
sociedad secreta de astrónomos, biólogos, ingenieros, metafísicos, poetas,
químicos, algebristas, moralistas, pintores y geómetras, que metió
subrepticiamente un territorio inexistente en algunos tomos de una perdida enciclopedia.
Llama la atención que un hacedor de ficciones como Borges desdeñara un lugar
alternativo a la realidad para ubicar allí ese otro mundo que es posible
construir a través de la palabra. Al parecer, el célebre invidente hubiera
preferido un universo de cosecha propia y no uno consecuencia de una
confabulación deshonesta. Sin embargo, pese a ese desinterés, él intuyó que Tlön, lugar imaginario, broma
intelectual, artificio científico, terminará por imponerse. El engaño corre
desde hace tiempo y la estrategia sigue
siendo efectiva. Comenzó con una nota en The
Anglo-American Cyclopaedia de 1917, copia de la Encyclopaedia Britannica de 1902, y ahora, en 2011, podría seguir
con wikipedia, una de las
herramientas de la Web 2.0. Como se sabe, las wikipedias, de las cuales ya existen
más de 270 versiones, son elaboradas gratuitamente por colaboradores de todo el
mundo, representando el más abarcador y tal vez utópico proyecto de compendiar
el saber absoluto de la humanidad. ¿Quién descarta que entre los wikipedistas,
que a la fecha han producido y colgado en la Web más de 15 millones de
artículos, no estén agazapados aquellos timadores de Tlön y sigan añadiendo sucesivamente a esta entrada datos sobre su
idioma, cultura, topografía, moneda, literatura, costumbres? He dicho que
Borges no quiso usar Tlön como
universo literario y creo que me he equivocado. Más bien, parece que calculó su
existencia para que sobreviviera a su muerte física, para que en su ámbito, siempre cambiante, movedizo,
siguieran entrando y saliendo personajes, continuaran ocurriendo historias, por
los siglos de los siglos, cumpliéndose al pie de la letra lo que él prefigurara:
“El mundo será Tlön”.
El autor es periodista y escritor
4 comentarios:
Estimado Martín , el artículo que recien has publicado de Borges no me ha de extrañar viniendo de él , un escritor de tanta cultura en un momento histórico en el que vivió que muchos intelectuales no podían entender sus intrincados textos. Los he leido unas cuantas veces para poder entenderlos y realmente es dificil Borges, no solo porque el quiere hacerse el dificil sino como habrá dicho unas tantas veces en sus momentos en que fue entrevistados. A el mismo le gustaba sentir que los lectores se quedaran cuestionandose sobre lo que el escribia. Gracias por tu invitación a leer este trabajo tan interesante sobre uno de los escritores más importantes Hispanoaméricanos .
Hola. Me gustaría que me enviaran su dirección física para hacerles llegar mi libro "Temblor de lunas", Premio Único del I Concurso Nacional de Haikú, 2011. Muchisimas gracias.
Gracias a ti, Doris, por seguir estos 'atrevimientos'. Un abrazo, Luis Martin
Reynaldo, puedes dirigirlo a Luis Martin Gomez, Departamento de Comunicacion, Banco Central; o dejarlo a mi nombre en Libreria Cuesta, donde grabamos el programa de television. Felicidades por tu premio. Atentos saludos, Luis Martin
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