viernes, 23 de diciembre de 2011

Justo Pedro Castellanos: “Bosch cambió mi visión del mundo”

Abogado, ensayista, Rector de la Universidad Apec, autor de la Antología del pensamiento de Juan Bosch

Por Luis Martin Gómez

Es buena gente, en el mejor sentido de la frase, y uno piensa que desde pequeño se sintió condicionado a serlo por los nombres que le pusieron: Justo Pedro. “No sé si lo sea, pero al menos tengo la convicción de que uno debe transitar por la vida tratando de hacer bien las cosas”, dice y admite una posible coincidencia entre el nombre y el ejercicio del valor de la justicia, que en su caso, es anillo a su dedo. Justo es iustus, es decir, “aquel que se apega estrechamente al derecho”, que es honrado, íntegro, probo. No digo más sobre la etimología de su nombre porque Justo Pedro se ruboriza y en cambio echo mano del otro aspecto que me parece habría influido en ese comportamiento ejemplar que lo distingue: su admiración por Juan Bosch.


JPC Me marcó mucho, porque además de la admiración que le profesé, tuve la oportunidad de militar junto a él en el Partido de la Liberación Dominicana, donde recibí no sólo enseñanzas teóricas sino también acciones prácticas que me ayudaron enormemente.

Justo Pedro habla, por supuesto, de un PLD mítico cuya militancia cabía en un par de autobuses en los que sobraba espacio para las guitarras con que se acompañaban las canciones sobre el porvenir, un PLD de ‘circulistas’ que estudiaban con disciplina espartana y distribuían periódicos y otras propagandas políticas con la misma habilidad con que reparten las suyas los Testigos de Jehová.

JPC Yo no hubiera tenido la oportunidad de ver de cerca cómo vivían los pobres de este país si no hubiera sido por Bosch y su proyecto político, porque en el PLD de entonces uno tenía que hacer política conviviendo con los humildes, tenía que vencer los vicios de clase limpiando y pintando uno mismo los locales, y eso dio un vuelco a mi visión del mundo que conservaré mientras vida tenga.

Esa devoción por Bosch llevó a Justo Pedro a estudiar detalladamente y tomar apuntes de las cincuenta y dos obras publicadas en vida por el escritor y político, y de ese ejercicio monacal nació en 1994 Antología del pensamiento de Juan Bosch, que ha sido reeditada dos veces, en 1999 y en 2009.

JPC Se trata de una selección de lo que entiendo es lo fundamental de su pensamiento. Fui anotando los textos que me parecieron los mejores por su originalidad, belleza o trascendencia. Debo decirte que esta labor que resultó en este libro no fue algo que planeé originalmente, pues yo estaba revisando sus obras para otro libro que quería escribir, y me encontré con muchos pensamientos que valía la pena reunir en una antología.

Ante la gran cantidad de material valioso encontrado, Justo Pedro debió realizar una ardua labor de selección y organización que dio por resultado una voluminosa obra de 524 páginas dividida en cuatro capítulos: Pensamiento Filosófico-Cultural, Pensamiento Político, Pensamiento Económico, y Perfiles Biográficos. La tercera edición reúne las palabras de presentación del Presidente Leonel Fernández para la primera edición de 1994 y las del ex Vicepresidente Jaime David Fernández Mirabal para la segunda edición de 1999, más el prólogo y la introducción elaborados por el escritor Pedro Vergés.

Pese a que quizás sea quien mejor conozca el pensamiento de Juan Bosch, por haber diseccionado su vastísima obra, Justo Pedro evita elegir a un Bosch sobre otro, considerando que los distintos aspectos que abordó el maestro constituyen un todo interrelacionado.

JPC No me arriesgaría a elegir a un Bosch en particular pues creo que él tiene el mismo peso como cuentista que como ensayista político o histórico; hay obras como De Cristóbal Colón a Fidel Castro, que no tienen igual, o bien Composición Social Dominicana o La Guerra de la Restauración, que son trabajos imprescindibles; y su cuentística, ya sabemos, es considerada una de las mejores del mundo.

El afán de Justo Pedro Castellanos por fijar el pensamiento de Bosch a través de una antología que crece con los años es inversamente proporcional a la lealtad y coherencia que muestra una parte de sus discípulos respecto a las enseñanzas de su líder. Tal vez produzca escozor decirlo pero es una realidad innegable que no todos los que lo acompañaron y se beneficiaron de su liderazgo pueden honrar esta afirmación de Bosch: “Lo que persigue el hombre es lo bueno. Lo bello, lo útil, lo justo y lo verdadero, están dirigidos al establecimiento de una sociedad en que la conciencia moral esté tan educada y evolucionada, que la bondad sea un principio naturalmente ejercido por todos los asociados”. Justo Pedro no está totalmente de acuerdo con mi apreciación.

JPC Creo que como siempre ocurre, hay entre sus discípulos quienes no guardan la coherencia y la lealtad al pensamiento y la acción de Bosch, pero no se puede generalizar, si uno revisa el tren gubernamental, encontrará a muchos servidores que han hecho un ejercicio público responsable, con humildad y decencia.

Justo Pedro, que además de a Bosch tiene como referentes morales a Duarte, Jesús, Gandhi y Che Guevara; que creó y dirigió el Departamento de Prevención de la Corrupción, al que renunció cuando las contradicciones entre deber y hacer amenazaron su decoro; y que puede exhibir méritos profesionales y ciudadanos obtenidos en buena lid; rechaza que hayamos sucumbido a la deshonestidad, aunque sugiere de todas formas establecer mecanismos más rigurosos que permitan prevenir, detectar y castigar la corrupción. Una posición de dignidad, como cabría esperar de un discípulo auténtico de Bosch, que uno desea perdure, porque ya se sabe que aquí estas posturas, con su necesaria dosis de verticalidad, intransigencia y valentía, suelen durar muy poco… siete meses, más o menos.

El autor es periodista y escritor
Entrevista en video disponible en
www.youtube.com/yolayelou

No hay comentarios: