Diplomático, historiador, Presidente ad vitam del Instituto
Duartiano de Venezuela
Por Luis Martin Gómez
A sus noventa y tantos años, don Gustavo Wiese está, como decía
mi octogenaria e inolvidable maestra de primaria Blanca Patín, “al pie del
cañón”. Donde se requiera hablar de Juan Pablo Duarte, allí va él y su prédica
apasionada sobre el Patricio. Según me contó el historiador Juan Daniel
Balcácer, don Gustavo ha viajado de Caracas a Barcelona sólo para dar una
conferencia acerca de Duarte. A ese nivel llega su consagración a este tema.
Ese duartismo a ultranza le ha hecho merecedor de la presidencia
vitalicia del Instituto Duartiano de Venezuela, donde el resto de sus
integrantes, algunos de ellos descendientes del Fundador de la República
Dominicana, le dispensan un respeto cercano a la veneración. Con ese señor
Wiese, frágil por la edad, ingenuo como casi todos los duartistas, y encantador
por condición propia, conversé sobre Duarte en la Embajada Dominicana en
Caracas, en presencia de otros miembros del instituto y la embajadora Adonaida
Medina.
Don Gustavo coincide con la antropóloga e historiadora Cecilia
Ayala en que la pobreza extrema de Duarte y su familia es una leyenda.
GW Los
enemigos del duartismo en Santo Domingo, los llamados conservadores, con
Santana a la cabeza, se ocuparon de crear la leyenda de la miseria de Duarte,
para desacreditarlo.
Igualmente,
don Gustavo está de acuerdo con Ayala en que Duarte no erró sin sentido por la
selva venezolana, alegadamente deprimimido o desencantado, sino que estuvo
haciendo comercio, trabajando
.
GW Específicamente
qué hacía, no lo sé... Pero absolutamente no tuvo nada que ver con desencanto o
depresión; él se dedicó a actividades económicas importantes, de las cuales
vivía.
En
el prólogo a la obra La
familia de Juan Pablo Duarte en la Caracas de 1845-1890: un análisis
socioeconómico, de la mencionada investigadora, don Gustavo Wiese considera
que las leyendas de la indigencia y de la huida, al afectar la imagen de
Duarte, dañan la autoestima del pueblo dominicano y el necesario orgullo que
debe sentir por sus héroes e ideales. "El pueblo dominicano tiene en Juan
Pablo Duarte, en su ideario y en el ejemplo de su vida, una base de valor
incomparable. No tiene que inventar pero tiene que ocuparse de desmentir las
falsedades que propagaron los enemigos de Duarte"
.
Don
Gustavo reconoce que, pese a los importantes esfuerzos que han hecho
historiadores para clarificar algunos aspectos confusos de la vida de Duarte,
aún persisten dudas e infundios, sobre todo de su etapa venezolana, de la que
hay escasa documentación. Al respecto, él propone profundizar las
investigaciones y cambiar la la visión de mártir que tenemos de Juan Pablo
Duarte. "Queremos que de ahora en adelante no se vuelva a decir "el
pobre Duarte" sino que con orgullo pleno de la nacionalidad dominicana
digamos "el glorioso Duarte".
Testimonios
“Es un gran orgullo (ser descendiente de Duarte). A nosotros, desde
que nacemos, nos enseñan que somos descendientes de Vicente Celestino Duarte,
hermano del Padre de la Patria Dominicana. Mis hijos, cuando se les vence el
pasaporte venezolano, procuran que le pongan la visa especial por ser
descendientes del Padre de la Patria.
En
mi familia todo el mundo es esgrimista, porque Duarte era esgrimista. Tambien
se transmitió mucho lo de la música, el amor a la literatura, porque para
nosotros Duarte no solo era General, sino escritor, hombre de teatro.
Para
mí, el mejor Duarte es el ideólogo, el sembrador de la civilidad, de la
dominicanidad, de ideas morales intachables; creo que ese fue el gran servicio
de Duarte a República Dominicana”. Armando Michelangeli Ayala,
abogado y ensayista, sobrino tataranieto de Duarte
“Yo pienso que hoy más que nunca el pensamiento de Duarte debe
formar parte de los valores de la sociedad dominicana, porque Duarte fue, de
todos los próceres, quien tuvo más claro el concepto de soberanía y
autodeterminacion de los pueblos.
Creo
que la obra de Duarte está inconclusa y que él no ha sido suficientemente
dimensionado como el gran pensador que fue. Luchar con las armas es imporante,
pero las ideas muchas veces son más importantes que aquéllas; la lucha exige
tener una visión clara, y Duarte confió siempre en que los dominicanos podian
conducirse por si mismos, sin injerencias; ahi está su gran aporte, que debemos
siempre tener presente”. Adonaida Medina, Embajadora Dominicana en Venezuela
NOTA: Esta entrevista ha sido realizada gracias a la colaboración de Odebrecht y la Fundación García Arévalo
NOTA: Esta entrevista ha sido realizada gracias a la colaboración de Odebrecht y la Fundación García Arévalo
El autor es periodista y escritor
1 comentario:
Luis Martín, le he dado seguimiento a tus trabajos sobre el Patricio, por ser un tema que me mueve y por las nuevas visiones que aportan estas entrevistas al tema. En una ocasión, durante la realización de un trabajo, encontré una serie de frases atribuidas a Duarte en su ideario, y que eran expresiones de filósofos, pensadores e historiadores a los que, de seguro, Duarte leyó y admiró. Esto es una muestra de las debilidades de información sobre las que hemos erigido la figura del pensador más revolucionario que hemos tenido, sin que, siquiera, muchos de los que le ensalzan se ocupan de analizar Mis aprecios, Fátima Alvarez
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