Cecilia Ayala |
Antropóloga e historiadora,
autora de los ensayos La familia de Juan Pablo Duarte en la Caracas de 1845-1890, y Duarte y la leyenda de San Carlos de Río Negro
Por Luis Martin Gómez
Desde pequeños, nos enseñan que Juan Pablo Duarte murió solo y pobre en
Venezuela. Cecilia Ayala, sobrina tataranieta del Patricio, sostiene que ni una
cosa ni la otra.
CA Murió rodeado de sus hermanos y demás familiares que estaban con él en
Venezuela. ¿Pobre? Tenemos documentación de que la familia tenía una casa
respetable, considerable en tamaño, en una de las principales esquinas de
Caracas, a una cuadra de la casa de Bolívar.
En su ensayo La familia de Juan
Pablo Duarte en la Caracas de 1845-1890: un análisis socioeconómico, Cecilia Ayala muestra el acto de compra
de una casa ubicada en la llamada Esquina del Chorro, firmado por Rosa Duarte
el 8 de agosto de 1855; el precio de compra fue de 2,300 pesos venezolanos,
“cifra considerable para aquellas fechas”.
Aunque la investigadora no ha podido hallar ninguna fotografía o dibujo
de la casa de los Duarte Diez, establece, a partir de un plano topográfico de
Caracas de 1874, que la vivienda pudo haber ocupado un tercio de la cuadra
donde estaba situada. “El solo hecho de que su fachada principal colindara con
el frente de tres casas, puede darnos una idea del espacioso frontis que tenía
esta propiedad”, señala Ayala, quien hizo una recreación de lo que pudo haber
sido esta vivienda, basándose en las características de las casas coloniales
que existían para la fecha en que Duarte y sus hermanos vivieron en la capital
de Venezuela.
Cecilia Ayala indica en su ensayo que los tíos maternos de Juan Pablo
Duarte tenían varias propiedades en Venezuela. Mariano Diez poesía desde 1841 una
estancia de unos 8 mil metros en Maiquetía, donde posiblemente se guareció la
familia Duarte Diez los primeros días después de llegar como exiliados a ese
país; y tenía varias casas en Caracas, en una de las cuales, situada entre las
esquinas Pájaro y Zamuro, habría muerto Duarte. También José Prudencio Duarte
poseía varias viviendas en Caracas.
Cecilia Ayala piensa que las dificultades de que se quejan las hermanas
del Patricio habrían tenido que ver más con la demencia de Manuel, el menor de
los hermanos, a quien ellas tuvieron que cuidar mientras vivieron. “A esta situación familiar debió haberse
referido Emiliano Tejera cuando llamó al hogar de los Duarte “Mansión de
dolores”.
La leyenda de Río Negro
En otro ensayo, Duarte y la
leyenda de San Carlos de Río Negro: análisis crítico, Cecilia Ayala pone en
duda que el Patricio haya estado alguna vez en San Carlos de Río Negro, remoto
poblado venezolano localizado cerca de la frontera con Brasil. Según esta
investigadora, se trata de una leyenda que pudo haberse originado en la
interpretación metafórica de las palabras del Padre Fernando Arturo de
Meriño ante los restos repatriados de
Juan Pablo Duarte, el 27 de febrero de 1884.
CA Por supuesto que Duarte estuvo haciendo actividad comercial; un
individuo como él, que encabezó una gesta como la dominicana, no pudo luego
cruzarse de brazos y echarse a morir en la selva. En una oportunidad, alguien me
informó que Duarte habría trabajado como gerente de unos vapores en el Orinoco,
pero no se ha buscado constancia en los archivos de la zona.
Ni solitario, ni pobre, ni deprimido. La visión de Cecilia Ayala sobre
Juan Pablo Duarte contrasta con el discurso oficial y abre la posibilidad al
debate acerca de esta etapa insuficientemente explorada de la vida del
Patricio.
NOTA: Esta entrevista ha sido realizada gracias a la colaboración de Odebrecht y la Fundación García Arévalo.
NOTA: Esta entrevista ha sido realizada gracias a la colaboración de Odebrecht y la Fundación García Arévalo.
El autor es periodista y escritor
3 comentarios:
A la verdad que estos historiadores me tienen muy confundida últimamente, primero que no son tres los padres de la patria, sino uno, sólo Juan Pablo Duarte y Díez, y ahora que no es como siempre se nos ha dicho que Duarte murió sólo y pobre desterrado en Caracas, Venezuela. Yo creo que deben ponerse de acuerdo,porque me imagino a esos niños que están aprendiendo historia ahora, cuán confundidos estarán.
Lo importante, Nelly, es ir acercándonos a la verdad histórica, aunque haya que poner la historia patas arriba.
Interesante conocer otro punto de vista sobre Duarte lejos de RD. A mi, de manera particular, me ha costado siempre creer a junta de puntillas este cuadro desolador que pinta de él en Venezuela.
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